Club ExDev: funcionar bajo una cultura maker

Autor: ING 2030 UTEM|
Conversamos con dos de sus integrantes para saber más sobre los proyectos y desafíos de esta agrupación de jóvenes, creadores de la app Mi UTEM. Entre ellos, abrir este espacio a nuevos integrantes.

El Club ExDev reúne a estudiantes de Ingeniería Civil en Computación de la UTEM, quienes desarrollan distintos proyectos de innovación en un ambiente colaborativo y con un fuerte énfasis experimental. El más conocido de ellos es la aplicación móvil Mi UTEM, la que se convirtió en la aplicación oficial de la universidad y ya suma más de dos mil descargas.

Conversamos con dos de sus integrantes, Javiera Vergara, quien lidera el equipo, y Jorge Verdugo, para conocer más de esta agrupación de jóvenes.

Jorge señala que en paralelo a la app Mi UTEM se encuentran trabajando, junto a otros organismos de la universidad, en un proyecto FIC para mejorar el Parque Nacional Río Clarillo, además de otras iniciativas de mejora interna del Club. “Como club, nos centramos principalmente en el concepto Internet de las Cosas (IoT), que intenta conectar objetos cotidianos con las personas de forma digital a través de internet, y manteniendo una cultura maker, en donde cualquier persona pueda ser capaz de hacer por sí mismo lo que sea que se proponga”, explica Javiera Vergara.

“Tenemos proyectos en fase de planificación y otros que estamos pensando en adaptar a esta modalidad online, entre estos está el impartir clases online compartiendo nuestros conocimientos en programación”, añade Javiera. “Nos motiva la idea de crear productos y experimentar con tecnologías. Si una idea de proyecto suena interesante, y tenemos la disponibilidad, tratamos de realizarla. Consideramos que con ello crece nuestro conocimiento y también los proyectos del club”.

El camino de este Club de Desarrollo Experimental no ha estado exento de desafíos, como el de generar “un contacto real con redes de apoyo dentro y fuera de la universidad”, afirma Jorge. Por su parte, Javiera sostiene que el mayor desafío se centra en el proceso de ingreso de nuevos miembros. Para lograrlo, han realizado acciones concretas para invitar a otros estudiantes a sumarse a su proyecto. “Ser parte del ExDev no es solamente llegar a jugar con las cosas que tiene el club, sino que también hay que entregar el tiempo de uno para que este crezca. Necesitamos más que nunca gente que tenga intenciones de crear e invertir su tiempo en proyectos, actividades o incluso aprender nuevas tecnologías. En ese sentido, no nos fijamos únicamente en sus capacidades ni en su perfil, sino que en su disposición y motivación con el club y la universidad”, detalla Javiera.

“Nos preocupamos genuinamente por nuestros compañeros de equipo en cuanto a su estado emocional y carga universitaria, considerando que la prioridad de cada miembro debería ser su estudio. Tenemos implementos con los que pueden contar para tener un espacio de trabajo adecuado en esta situación de pandemia. Entregamos herramientas para que todos puedan aprender de todo y sepan que todo lo que quieran hacer es posible. Y por sobretodo, se lleva una energía a nivel de grupo que incentiva a la realización de proyectos, siempre intentando crear instancias recreativas que fortalezcan la confianza de grupo, y otras donde se pueda generar una retroalimentación”, afirma.

La diversidad como valor fundamental

Otro de sus desafíos es acercarse a lograr la paridad de género en su conformación. “Nos esforzamos mucho por generar un ambiente donde todo el equipo nos sintamos cómodos trabajando. Para esto tenemos definidas distintas reglas relacionadas con la convivencia junto a una fuerte cultura de equipo que busca fomentar el intercambio de conocimiento y opiniones. Para nosotros es fundamental la diversidad de todo tipo dentro del Club; cerrarnos a la diversidad implica dejar de lado el talento, las opiniones, y las habilidades que puedan tener estas personas, y que para el equipo son muy valiosas”, explica Jorge.

“Tenemos la teoría de que el ingreso de mujeres a los clubes tiende a ser en equipo, independiente de si el resto del club está conformado por hombres o no. Por lo tanto, una de las acciones que tomamos fue permitir las inscripciones en equipos. De esa forma no solo conseguimos que haya conexión y confianza más rápidamente entre los miembros del club, sino que también vamos aumentando el ingreso de mujeres. Queremos poder incentivar a aún más personas a creer en sí mismas y que se atrevan a realizar sus proyectos”, concluye Javiera.

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